Monday 18 June 2012

¿Porqué ser educador?


1    Soy un joven profesor universitario, por circunstancias de la vida,  me tocó tal oficio. Y luego de pocos meses de haber terminado los estudios universitarios de especialización, de regreso a mi país conseguí empleo como docente. La situación en mi país no estaba como para rechazar tal propuesta y en el giro de dos meses pase del banquillo de los acusados a ser parte del jurado: ser profesor.
Al inicio no sabía que esperarme, y era entusiasta de la idea de enseñar todo lo que había podido aprender durante mis estudios. Pero luego la ilusión cayó: y me encontré en un mundo lleno de responsabilidad, de cansancio, de indiferencia (por parte de los alumnos, con algunas excepciones) y de competencia, donde la ley del más fuerte es la que reina. Ya casi tirando la toalla, en un momento de derrota personal y de estados de ánimo, me pregunte, ¿Qué sentido tiene ser educador?
Y reflexionaba que ser educador no es solo transmitir un contenido: los de Matemáticas solo la recta numérica, los de italiano reglas y estructuras gramaticales, los de historia del arte la diferencia entre Miguel Ángel y Leonardo.  Educar es transmitir una experiencia. La experiencia se transmite osmóticamente. Es transmitir una vida.
Pero, ¿cómo hacer para realizar esto en un ambiente en el cual parece no producirse ningún cambio? El profesor transmite si mismo o una forma de vida (en bien o mal, o neutralmente). Por lo tanto, yo profesor no es que tengo que educar, lo hago de hecho (y, si no me doy cuentade esto, lo hago en forma negativa).